domingo, 12 de febrero de 2012

... se las puede sepultar

Por el precio de escuchar su nombre te contaré nuestra historia,
breve pero intensa, llena de segundos intentos y primeras veces,
repleta de malos sueños, de deseos, de miedo a desvanecerse,
y si pagas pronto dejaré que preguntes donde está ella ahora.

Pues bien, comienza como suelen comenzar la peores crónicas,
con una guerra, con bombas y lamentos, con la muerte siempre de por medio,
y periódicos sin voz, llenos de palabras cómplices, de voces tibias,
que ya sabes tú por qué, eso que dicen de que el miedo las enfría.

Lo peor llegó cuando la mayoría ya nos habíamos ido, bendito desperdicio,
pues cuando no hubo letras, ni canciones, y las calles dejaron de ser de nadie,
algunos vociferaron a uno o dos mares de distancia, pero solo les escuhó el hambre,
y aun hoy piensas que escapamos, pero éramos nosotros los que llorábamos el sacrificio.

Sus nombres todavía se recuerdan, a pesar de lo profundo que se los tragó la tierra,
pero, ¿y los nuestros?, nunca figuraron en los libros, y ya estaban ocupadas todas las tumbas,
las cunetas rebosaban, y casi no quedaban ganas de volver a maquillarlas de alquitrán.

¿Me preguntas dónde está?, claro, prometí hablarte de eso al acabar,
la verdad, no lo recuerdo, no siempre se permite a la memoria hacer presencia,
supongo que seguirá en aquella fosa, como todas, como todas las demás,
si es que acaso a las tragedias se las puede sepultar.

4 comentarios:

  1. Yo tambien escribo poesia pero no en blog, tu blog es impresionante rebosa imaginacion.Un beso

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  2. "Algunos vociferaron a uno o dos mares de distancia, pero solo les escuhó el hambre" Me encanta esa frase, es dura, como el hambre. Espero que sigas escribiendo lo necesario que dicten tus manos, corazón, y el tiempo que te deje la mente reunir a las musas.

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  3. yo no se vivir asi espero que me comprendais

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  4. Cuánto lamento no haberme pasado antes por aquí.
    Encontrarse de nuevo con esto cuando regreso no tiene precio.
    Tal vez las tragedias no puedan enterrarse, pero al cabo de un tiempo las cicatrices dejan de doler tanto.
    Un beso :)

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