jueves, 12 de agosto de 2010

... este adictivo papel

Cerca, muy cerca del lugar donde todo queda aun muy lejos,
quizás ahogada, o tan solo abrumada por tanto aire fresco,
donde las nubes son diminutas, y esas largas noches son inmensas,
allí está, allí está ella y los recuerdos que de mí todavía tenga.

Ella fue la mancha de pintura fresca al intentar abrir mi puerta,
la pata coja en la silla donde suelo escribir sentado en mi cuarto,
mi bolígrafo preferido, quedándose seco a mitad del exámen final,
o simplemente esa chica a la que no hay tiempo suficiente para no esperar.

¿Y yo?, bueno, eso es harina de otro jodido costal,
similar al resto puedo suponer, nada nuevo que os pudiera sorprender,
agotado de simular indiferencia, harto de fingir que no me doy cuenta,
¿creerán que me gusta trasnochar para no soñar, o para darle más vueltas?

Se confunden con mi ánimo; no es que mi cara sea seria, tan solo abuso de la paciencia,
controlo los impulsos, mis arrebatos, incluso cuando escribo le pongo frenos a mi mano,
no seré el mismo, ¿pero acaso importa que no me ofrezca similar al que tropezó ayer?,
¿mi nombre?, tan solo otra patética palabra que mancharía este adictivo papel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
Creative Commons License
Aullidos de Tinta is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 España License.